Una infinidad de palacios, templos, capillas y santuarios te esperan en Portugal, un país marcado por el imperio romano y que ha dejado toda su cultura en algunas de sus obras religiosas más importantes de la Península. ¿Quieres acompañarnos en busca de los monumentos más especiales?

BRAGA

Recorriendo el casco histórico encontrarás la catedral más antigua del país que se levanta flanqueada por dos guardaespaldas: dos majestuosas torres con campanario. Y si además de romano, quieres dosis de barroco y rococó, no puedes dejar de visitar la Casa do Raio, peculiar por su color azul zafiro. Un poco más alejado del centro, podrás visitar el santuario de Bom Jesús do Monte, que, aunque te costará subir sus más de 600 escalones, su capilla te hará viajar a los tiempos eclesiásticos. Delante de ti, también verás el santuario de Nuestra Señora de Sameiro, desde donde podrás admirar una panorámica de toda la ciudad.

OPORTO

El Duero fluye por la ciudad y un titán de hierro se cierne sobre él. Hablamos del puente de Luis I, en el que, al caer el atardecer, las vistas a toda la ciudad te llevarán a un lugar mágico. La misma magia encontrarás en la Livraria Lello, que, con una escalinata digna de un rey en su corazón, acogió algunas de las mejores escenas de Harry Potter. Desde cualquier lugar verás la torre de los clérigos, otro mirador donde podrás ver la catedral de Oporto, la obra religiosa más importante de la ciudad. Y si quieres ver una iglesia en un sitio un poco distinto… No te pierdas la estación de Porto-São Bento, construida sobre un antiguo convento.

LISBOA

En la capital encontrarás el barrio de la Alfama, dónde si caminas hacia la cima de la ciudad te toparás con el castillo de San Jorge, dónde los pavos reales del jardín te darán una colorida bienvenida. Una vez en la cima, solo tendrás que bajar, está vez al pie del Tajo, dónde encontrarás el escudo de Portugal, la Torre de Belem, construida para preservar la ciudad en tiempos de guerra. Gracias a ella el monasterio de los Jerónimos de Belem luce majestuosamente en el corazón de la ciudad.

Siguiendo el curso del río podrás encontrarte con el Arco de la Rua Augusta, la ventana del Tajo y la puerta de la Praça do Comércio, que acogió el Palacio Real durante dos siglos hasta que se derrumbó por un terremoto en 1755.

SINTRA

Si quieres visitar un rincón de cuento de hadas con historias de príncipes y princesas tu lugar es el Palacio da Pena. ¡Por algo es patrimonio de la humanidad y fue la residencia de la familia real durante el siglo XIX! Y otro palacio imprescindible es el de la Quinta da Regaleira, dónde encontrarás pozos, grutas, galerías subterráneas… y una infinidad de misterios que harán volar tu imaginación.

ÉVORA

Una ciudad con ADN romano que dejó huella en forma de templos, catedrales, capillas, iglesias y acueductos. Podrás imaginarte la antigua Roma contemplando el templo romano levantado por su conjunto de columnas corintias. También podrá hacer volar tu imaginación la catedral, dónde pinturas doradas, vitrales y un órgano magnífico aguardan el lugar. Y si lo que quieres es ver un sitio curioso a la vez que escalofriante… La Capela dos Ossos, recubierta de huesos y cráneos de más de 5.000 personas, te hará recordar la importancia de disfrutar de cada instante.

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